lunes, 30 de junio de 2008

30 de junio

Buenos Aires 30 Junio 1967

Querida Rita deseo que cuando recibas esta carta esten todos bien, yo sin noveda). tio Chino esta bien siempre trabajando y yo gastando. yo siempre ando de cumbia con tio. muchas gracias por la postal que me mandaste es muy linda- Tambien me dijo Raquelita que viene Franca para noviembre- Yo siempre voy a verlos a todos tambien te deseo muchas felicidades para tu cumpleaños y tambien a tu papá –muchos saludos a tu mamá a tía Raquel- les manda Celia de mi casa- y toda la flia mi suegra anda regular.= Y sin mas que decirte. Saludos para todos y que siga bien tu tío cariños de tio que nunca te olvida
Tu madrina y tia
Ofelia y Chino

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sábado, 28 de junio de 2008

Instrucciones para amar


El corresponsal del amor

Héctor de Courtenoy
Buenos Aires, Caymi, 1968

En los tiempos de las cartas, los secretarios abundaron como un manual de usuario de misivas. Éstos tenían una estrategia basada, fundamentalmente, en la reproducción: muchos y muchos ejemplos ordenados por tipos. Por lo general, se trataban de manuales de correspondencia administrativa para secretarios/as, valga la redundancia.
Pero no sólo para la producción de cartas de índole administrativo se produjo cierta bibliografía preceptiva sobre la correspondencia. También para el orden íntimo, amoroso, se editó una profusa cantidad de manuales. Uno de éstos fue El corresponsal moderno , que ya en el prólogo exhibe una somera teoría de la misiva amorosa: “Cuando dos enamorados están lejos el uno del otro o por cualquier otra razón se hallan imposibilitados de verse personalmente, deben recurrir a la vía epistolar para comunicarse. (...)Una carta de amor, es un canto y por ello, en la misma no deben recurrirse a ninguna expresión que podrá ser muy literaria, pero, no expresión sincera de la adoración que se siente por la persona amada, aquella destinataria de la epístola.” Luego, el libro se basa en una serie tipos de cartas amorosas, encabezadas por pequeños títulos, que orientan la elección: Carta a una mujer, pidiéndole ratificación de su amor; Carta de un corredor de comercio a su novio; Carta explicando una demora, etc.
Al leerlo, uno encuentra que resultaría difícil aplicar dichas cartas a tipos textuales , ya que se tratan más bien de micro-historias ligadas al arte amoroso. El uso práctico por parte de los lectores necesitados de instrucciones para este tipo de relación epistolar está alejado. Parece más próximo a un entretenido tipo de relato ficcional, construido a partir de la matriz epistolar.


Carta a un novio, con reproches
Buenos Aires, ...........................................
Querido Beto:
Hace una semana que no se te ve por casa. Entiendo que “tus muchas ocupaciones” te impiden venir y espero que esas “muchas ocupaciones” no tenga polleras.A ver si me resultás, de acuerdo con lo que dice mi vecina, a quien conté que hacía mucho no te veía, ser como todos los hombres.
Te quiere,
Lala.
Respuesta
Queridísima Lala:
Con verdadera angustia he recibido tu carta, corta, pero, constituyendo un reproche desde la primera hasta la última palabra.
Lala mía:
Parece que no recordás que soy un hombre de armas y por lo tanto sujeto a una disciplina que no admite rupturas. Prácticamente estamos acuartelados y en la semana, la única salida que tuve, la aproveché para volar hasta tu casa. Tenía seis horas de permiso para estar a tu lado, tomé taxímetro desde ésta hasta Buenos Aires, pero, al llegar, no había nadie en tu casa. La “buena vecina” que te calienta la cabeza me informó que habías ido al cine con tu familia, pero, no sabía a cual sala.Como el tiempo volaba y tenía que volver al cuartel, le pedí que te dijera que mi presencia allí se debía a mis ansias de verte y por carta caigo en la cuenta que esa gran chismosa no te dijo absolutamente nada. ¡Solterona fea y basta!Disculpo pues tu carta, ya que al ignorar que te fui a ver en la única oportunidad que tuve, debes haber creído que no tenía interés en hacerlo, cuando en realidad, me muero por besar tus ojos y tu boquita y sentir sobre mi cara la dulzura de tus manos.
Desesperado por verte, te manda muchos besos,
tu enamorado,
Beto
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lunes, 23 de junio de 2008

Un policial con carta


Apelación de un prisionero
Hillary Waugh
Buenos Aires, editorial Emecé, 1963

Se trata del volumen 186 de la colección “El séptimo círculo” dirigida por Borges y Bioy Casares. Comienza, casualmente, con una carta en la que un presidiario conducido raudamente hacia la silla eléctrica pide clemencia. Pero esta solicitud está más bien ligada a valores del razonamiento que de la moral: le pide que investigue en el lapso que queda entre la lectura de esa carta y su ejecución, quién es el verdadero culpable de la muerte de Sheila, su bella esposa. El policía Fellows es jefe en otro distrito, no el que se hizo cargo de la investigación del asesinato tres años atrás y terminó mandándolo al Corredor de la muerte . Quería otra oportunidad, una oportunidad distinta. Y el Jefe acepta.
Al leer las novelas policiales de esta célebre colección, muchas veces uno se enfrenta al doble desafío: 1. ¿quién es el asesino?; 2. ¿qué puede haber en esta novela que pudo seducir a un lector como Borges? En Apelación de un prisionero hay respuesta clara de la primera pero no de la segunda; a menos que uno esté dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, que en una novela no es más que su ocaso, las páginas finales en donde se cree que ya nada más puede suceder.

Wilks tomó el papel, se sentó y leyó en voz alta:
-“Estimado Jefe Fellows: Mi nombre es Ernest Sellers y estoy en el Corredor de la Muerte , en la Prisión del Estado de Midland. He sido declarado culpable, injustamente, de la muerte de mi esposa. Se ha apelado en vano y hay muy pocas esperanzas, si en verdad existe alguna, de clemencia de parte del Gobernador. Dentro de tres semanas y un día seré ejecutado, pero soy un hombre inocente.
Fui condenado, no porque existiera evidencia alguna contra mí, sino porque no había otra persona a la que pudiera colgar el asesinato. Lo único que me podría salvar ahora es descubrir alguna clase de evidencia que acuse a otro, o que apoye mi propia inocencia. Es por esta razón que me dirijo a usted. Su gran capacidad como detective es bien conocida. Usted es capaz de descubrir cosas que los policías comunes no verían, y si hay alguien que puede salvar a un hombre inocente de morir en la silla eléctrica por un crimen que no ha cometido, ese hombre es usted (...)”

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sábado, 21 de junio de 2008

Carta de lectores sobre una carta




Llamado de atención de un lector inquieto

He leído recientemente la muy conocida novela Antigua vida mía (Alfaguara, Aguilar Chilena de Ediciones, Santiago, Chile, 1995) de la escritora chilena Marcela Serrano. Tengo que decir que me gustó sin mucho más para agregar aunque reconozco que, por momentos, logró cautivarme. Ahora bien, mi propósito no es hablar de la novela, de su trama, de su estilo sino llamar la atención sobre un párrafo bastante extenso de la misma (pp. 175-176) que forma parte de una carta que Cayetana le envía a su hija Violeta desde Guatemala, lugar adonde ha viajado en busca de un hombre que ha conocido en Chile. Violeta, quien lleva su nombre en homenaje a la gran Violeta Parra, es una de las protagonistas centrales de la obra. Dicho párrafo coincide casi exactamente —estoy a un paso de afirmar que es el mismo—, y éste es el motivo central de la carta, con un tramo de la ponencia titulada “Dentro y fuera de la Historia” que el historiador inglés Eric J. Hobsbawm presentó en la Universidad Centroeuropea de Budapest como discurso de apertura del ciclo académico 1993-1994, tal como aparece aclarado al comienzo de la misma en su libro Sobre la historia publicado por Editorial Crítica, Barcelona, 1998, pp. 21-22. Mis dudas crecen cuando veo que el Copyright de la obra original de Hobsbawm en inglés es de 1997 —aunque es posible que esa ponencia ya tuviese una circulación importante en el mundo académico internacional al poco tiempo de ser presentada, esto es, 1993— y, paralelamente, observo que el Copyright de la 1ra. edición de Antigua vida mía es de 1995. Debo admitir que, para quienes leemos con asiduidad a Hobsbawm, el texto en cuestión, por el estilo en que está escrito, parece ser de su autoría. De todos modos, sería interesante que tanto la escritora chilena como el historiador inglés pudieran dar las correspondientes explicaciones permitiendo así echar luz sobre un tema tan espinoso como puede ser el plagio de una obra.

Juan Pablo Vivares

Publicado en edición impresa de la revista Ñ de Buenos Aires hoy mismo

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jueves, 19 de junio de 2008

“La carta, una aventura de alto vuelo. Los comienzos del correo aéreo”

Exposición temática
Musée des Lettres et Manuscrits
8, rue Nesle - París
Hasta el 2 de noviembre


El museo propone descubrir la fabulosa aventura del correo aéreo a través de cartas, fotografías, afiches y otros documentos relacionados.Montgolfier, Nadar, Blériot, Lindbergh, Mermoz, Guillaumet, Saint-Exupéry, tantos nombres que han marcado la historia de la conquista del cielo y que están presentes en la exposición. Estos héroes célebres en el mundo entero, estas personalidades fuera de lo común, no deben hacernos olvidar de todos aquellos que permanecen en la sombra y de los otros pilotos que pagaron con su vida el intento de establecer relaciones aeropostales regulares entre los continentes.

De 1870, fecha del primer servicio aeropostal de la historia, hasta los años treinta, época en la que se lleva a cabo la fantástica epopeya del Aeropostal de Marcel Bouilloux-Lafont –gracias a la cual se consolidó una relación regular entre Francia y América del Sur-, la exposición describe a través de un buen número de documentos escritos a mano (cuadernos de vuelo, correspondencias, manuscritos) e impresos (afiches, ediciones originales, libros ilustrados, menus, etc.) los primeros sesenta años del correo postal.

jueves, 12 de junio de 2008

Festival literario « Par Monts et par Mots »

Del 12 al 15 de junio de 2008
Villa et Parc départemental Marguerite-YourcenarSaint
Jans-Cappel (Francia)


Décima edición de este festival literario que tiene por tema « La correspondencia en todos sus estados » y por título « En toutes lettres »

De la carta de amor a la de ruptura, de la novela epistolar a las cartas anónimas, de las correspondencias de escritores a las botellas arrojadas al mar y otras misivas, la escritura de lo íntimo será honrada a través de numerosos espectáculos, encuentros y otras actividades: lecturas, teatro, cafés literarios, mesas redondas, conferencias, exposiciones, entre otras, con la presencia de escritores, comediantes y artistas franceses y europeos, en un ambiente festivo y convivial.



La información sobre el programa aquí

lunes, 9 de junio de 2008

Las cartas de la persistencia

Sala de Exposiciones Bibliográficas de la Luis Ángel Arango
Calle 11 No. 4-14
Bogotá

Hasta el 21 de julio

La muestra está conformada por 5.400 pieza epistolares que incluyen, además de cartas de personajes famosos, historias personales muy diversas. Entre las cartas de personalidades de distintos ámbitos –cultural, político, literario – destacan las de Frida Kahlo, de Franz Kafka o de Simón Bolívar.
Junto a estas, muchas de las misivas que se exhiben son el resultado de la convocatoria llevada a cabo el año anterior, bajo el mismo título de la exhibición, dirigida a toda la población de la ciudad de Bogotá. Esta convocatoria, a la que acudieron personas de múltiples estratos sociales y que escribieron sobre temas muy diversos –amor, desamor, secuestro, etc.- permitió crear un archivo físico y digital a partir del cual se ha armado esta muestra.

viernes, 6 de junio de 2008

Digitalizan 2.000 cartas del archivo personal de Caballero Bonald

El poeta ha mantenido relaciones epistolares con las firmas más destacadas del siglo XX, de Aleixandre, Guillén y Cela a Valente y Gil de Biedma

José Manuel Caballero Bonald ha mantenido correspondencia a lo largo de su vida con los principales escritores españoles del siglo XX y con muchos de Hispanoamérica, y ahora ese importante archivo epistolar, formado por unas 2.000 cartas y postales, ha sido digitalizado y microfilmado.
Se trata de cartas fechadas entre 1945 y 2006, remitidas por escritores de la Generación del 27 como Luis Cernuda, Rafael Alberti, Jorge Guillén, Pedro Salinas o Vicente Aleixandre; por los de la primera generación de la posguerra (Camilo José Cela, Carlos Bousoño o Gabriel Celaya...), por los de su propio grupo, el del 50, (Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, José Angel Valente, Claudio Rodríguez...) y por otros de movimientos literarios posteriores.
Pero Caballero Bonald ha viajado por toda Latinoamérica, fue profesor universitario en Bogotá en la década de los sesenta -"una experiencia espléndida y fundamental" para él- y pasó temporadas en Cuba. Su archivo contiene también cartas del grupo colombiano "Mito" y de escritores como Mario Benedetti, Lezama Lima, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Mario Vargas Llosa o Isabel Allende.
"Por algunas de esas cartas desfila la vida cultural de la época y tienen la Historia como fondo", afirma, en declaraciones a EFE, el escritor gaditano, para quien "es importantísimo" que se haya digitalizado su archivo, "porque son muchos los investigadores que acuden a la Fundación, en Jerez, para consultar ese material".
La Fundación Caballero Bonald guarda la correspondencia literaria del escritor -también su archivo fotográfico- y se ha encargado de la catalogación y digitalización de las cartas, un proceso que hoy ha sido presentado en la sede de esta institución por la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y por la delegada de Cultura, Dolores Barroso, entre otros.





"Querido Pepito: Me llega tu carta del 28, tras haber cundido la alarma en esta casa por tu silencio. Te suponíamos enfermo o encerrado y lo de la torcedura de tu pie -que supongo leve- casi nos alegró, al despejarnos el negro horizonte".
Así comienza la carta -facilitada a Efe- que le dirigió Cela el 30 de marzo de 1958 a Caballero Bonald, secretario en aquella época de la revista "Papeles de Son Armadans". El Premio Nobel le informaba de que el proyecto "Versos y cuentos de Bellver" no saldría adelante. "Uno -quizás contra todas las apariencias- es hombre flexible y que sabe dar marcha atrás a tiempo", afirmaba.
Según le contaba Cela, tampoco habría "nuevas ediciones de poesía". "Es una cuestión de principio: yo puedo perder dinero, es cierto, pero no tirar dinero a la calle. No soy ni lo bastante rico ni lo bastante pobre para permitirme esos lujos", indicaba el autor de "La colmena". En la abundante correspondencia con Cela no se reflejaba el mal carácter que se le atribuía al escritor.
"Cela era un hombre atrabiliario, muy irregular, que podía pasar de ser una persona educada a ser muy impertinente. Pero en las cartas se mostraba muy afable y me hablaba de la revista y de la vida cultural de la época", señala Caballero Bonald (Jerez, 1926), merecedor de premios tan importantes como el Nacional de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Andalucía de las Letras.
El poeta y novelista gaditano se carteó con la mayoría de los escritores de la Generación del 27, "sobre todo con Guillén, Aleixandre, Alberti y Cernuda". Con Guillén coincidió unos meses en Bogotá y fue el poeta del 27 al que se sintió "más unido". "Fue muy bondadoso conmigo y entablamos una amistad verdadera, de padre a hijo, casi. Lo quise mucho. También a Aleixandre, sin duda, porque todo el mundo sabe lo generoso que era", afirma.
Alberti "no era, desde el punto de vista poético, un escritor próximo" a Caballero Bonald, "salvo por algún libro". Mantuvo con él una relación "divertida más que nada, por paisanaje y por complicidad", y eso se nota en las cartas que aquél le enviaba, como en la felicitación del año 1969, con simpáticos dibujos del propio poeta, distribuida por la Fundación.
De Alberti le hablaba Aleixandre en una carta del 60 y se extrañaba de que Caballero Bonald lo hubiera encontrado "más viejo y gordo y cansado" de lo que imaginaba. El Premio Nobel sevillano siempre recordaría al autor de "Marinero en tierra" "como era en 1920: fino, rubio, con perfil florentino".
El gerente de la Fundación Caballero Bonald, Fernando Domínguez, le dijo a EFE que las cartas digitalizadas -un proceso financiado por el Ministerio de Cultura y por Cajasol- "están ya en Jerez a disposición de los investigadores sin riesgo de deterioro". En un futuro, "se podrá disponer de una parte de la correspondencia en Internet".


Publicado en el periódico El País, el 5 de junio de 2008

jueves, 5 de junio de 2008

L’épistolaire en Russie, 18e-20e siècle

(El epistolario en Rusia, entre los siglos XVIII y XX)

Equipo “Révolutions et romantisem” / CRLMC (CELIS)
Universidad de Blaise Pascal
Clermont-Ferrand
(Francia)

6 de junio de 2008


Si las frecuentes publicaciones de correspondencias en Rusia testimonian el interés siempre renovado del público lector por este tipo de egodocumentos, la bibliografía crítica consagrada al análisis de lo epistolar como tipo de discurso retórico y poético parece, en comparación, extremadamente reducido.
Desde esta perspectiva, el equipo “Révolutions et Romantismes” del CRLMC (CELIS) ha considerado interesante dedicar una jornada de estudio al examen de algunas correspondencias representativas del uso de la carta en Rusia entre fines del siglo XVIII y mediados del XX.

Más información aquí.